La Princesa Aurora es maldecida por el malvado Maleficent, quien declara que antes de que Aurora cumpla sus dieciséis años morirá a causa de una espina envenenada. Pero la hada buena suaviza el maleficio: ella dice que Aurora no morirá sino sufrirá de narcolepsia y solo dejará de quedarse dormida con un beso de amor verdadero.